1 de noviembre de 2011

0531- CAMPAÑA POLÍTICA PARA TONTOS.

Lo digo porque lo pienso. Los mítines son para los radicales convencidos y la Campaña electoral para los tontos. Ni unos ni otra sirven absolutamente para nada y lo único positivo es que con tanta pancarta y tanto folleto se dará algún que otro jornal a gente que tanta falta le hace. Nada más tiene de bueno el decir lo que todos sabemos de antemano...

¿Qué le importa a Rubalcaba el empleo, si él ya lo tiene asegurado?. El que manda, mentiras para seguir mandando y el que quiere mandar, mentiras para acceder al mando. No hay otra. Dicho esto, lo que nos mueve a votar a cuatro imbéciles soñadores, es el pensar quien sabrá hacerlo mejor. Pero repito, esos soñadores que votan a conciencia, apenas son cuatro; el resto son gente descerebrada o fanática que no cambiarían el voto aunque les machacaras la mano con una piedra.



Aunque lo pactado entre los diferentes partidos es que la campaña no empezaría hasta el día 5 de Noviembre el PSOE de Andalucía ya colgó la semana pasada carteles en bibliotecas y colegios públicos pidiendo el voto para su valedor. Un tal Rubalcaba, no sé si le conocerán... ¡quizás por sus obras!.

Es el mismo que ya el mes pasado promocionó un vídeo en el que condenaba a un niño, supuesto estudiante de colegio privado (donde van buena parte de los hijos de los dirigentes del PSOE y donde estudió Rubalcaba) al poner en su boca que, cuando sea mayor, empleará como tata de sus hijos a la hija de su tata, por el solo hecho de estudiar en colegio público. Vamos que, si eso es cierto, mis hijas y mis nietas tienen el pan asegurado...como tatas. ¿Es eso una campaña electoral, o remover la mierda en la que el promotor es el más directamente implicado?.

¿Por qué no ofrecen soluciones, no aplicadas hasta ahora y supuestamente válidas para salir de este berengenal en el que nos han metido?. Porque les diré para que lo sepan, que ustedes (los hipotecados) no son culpables de nada. Nos vendieron la moto y, como inocentes pajaritos, caímos en la trampa.

Sí, sí. Ya sé que los bancos son los que movieron las fichas del desastre económico, lo sé, pero porque los políticos se lo permitieron. ¿Para qué está la Ley si no?. ¿Para meter en la cárcel al que roba una coliflor?. Pues sí, se ve que no están para otra cosa, porque cuando hablamos de millones todo es legal.
La foto está muy bien hecha. En primer plano desenfocado el muñeco de paja y en segundo plano y alta definición el que mueve el dinero, que es quien manda en realidad. Después, unos escalones más abajo estaban los bancarios que, aunque no lo parezca, también tienen su peso.

Los bancarios, cuantas más hipotecas conseguían, más comisiones se llevaban. Los Bancos serán lo que serán (la cueva de Alí Babá) pero son agradecidos. No para todos, claro está, pero sí para quienes les hacen favores "de peso". De tanto peso como es ofrecer el teatro y las marionetas.
En esa escala de favores, no entra el ser eficiente y buen empleado. Para ellos, eso son minucias que juegan en 2ª regional y que no vienen al caso. Los Bancos se mueven en 1ª división, es decir, a nivel de millones y entidades. Como bien dice el refrán, el que hace al Banco grande se hace grande con él. Bueno, el refrán lo dice de otra forma: El que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija. Pero todo significa lo mismo y con la ventaja añadida de que al cobijarte en sombra tan tupida puedes incluso proyectar tu propia sombra en las gentes de tu entorno. Sin embargo, aunque el refrán lo conozcamos todos, pocos son los capaces de actuar con esa frialdad que algunos llaman prudencia y sensatez.

Me asombra ver lo listos que son unos y lo tontos que somos los demás, muy especialmente los que no se dan cuenta de las jugadas... Pero volvamos a los políticos, los más inocentes y sin los que no podemos vivir a pesar de matarnos a todos de hambre. Después del de banquero, es sin duda alguna el oficio más despreciable. Sin embargo también hay gentes de bien en ambas profesiones, pocas pero las hay. Hay políticos que miran el bien común, facilitar el trabajo a quien quiera trabajar (que son pocos) dar prestigio al país y ser justo a la hora de aplicar gastos y beneficios, quedando siempre al margen de aquello que suponga la prevaricación y el enriquecimiento personal. También hay empleados de banca que, cuando pides consejo y ayuda, te aconsejan aquello que para ellos mismos quisieran. Pero, en ambos casos, esos no son los que se enriquecen ni los que reciben prebendas y cargos hereditarios. Esos siempre pasan desapercibidos. Los mejores, siempre son mediocres...

EL ÚLTIMO CONDILL

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