17 de enero de 2012

0586- LA GRAN PIRÁMIDE DANTA.

Ante la pregunta sobre cual es la pirámide más grande del planeta, el 99% de los encuestados respondería sin vacilar que es la Gran Pirámide de Guiza (Egipto) construida por Keops (Khufu), junto a la de Kefren y Micerinos y declarada por los griegos una de las siete maravillas de la humanidad y única que se mantiene en pie en el siglo XXI.
Sin embargo esa no sería la respuesta correcta, puesto que la más alta del mundo no está en Egipto, sino en Guatemala. Lo siento por los egipcios, pero así están las cosas...
Inicialmente los faraones eran enterrados en mástabas prismáticas, edificación troncopiramidal de base rectangular empleada en el periodo arcaico. 

Una de las más suntuosas fue la del faraón Shepseskaf, de casi veinte metros de altura. Inicialmente las Mástabas se construyeron con adobe de barro, aunque posteriormente ya se hicieron con piedra.
A partir de la III Dinastía (2.700a.C.) se transformaron en pirámides escalonadas de piedra, siendo la primera y más famosa la de Saqqara, construcción emblemática del arquitecto Imhotep creada para albergar la tumba del faraón Necherjet-Djeser, segundo de la tercera dinastía del Imperio Antiguo, que gobernó desde el año 2.665 a.C. al 2.645 a.C.

La etapa siguiente en la construcción de las pirámides egipcias fue la llamada pirámide acodada, cuya máxima representación la encontramos en la tumba del faraón Seneferu, en la región de Dahshur. 
Estas pirámides ya son de caras lisas pero con dos pendientes diferentes, lo que se puede interpretar como una opción estética voluntaria o por dificultades en su construcción; bien sea por escasez de piedras o dificultades en la elevación de las mismas a mayor altura.
Sin embargo, volviendo al asunto de cual es la Gran Pirámide y por extensión la mayor del mundo, cabe decir que estábamos equivocados. 

La mayor pirámide de Guiza, la tumba o zenotafio de Keops en Egipto, no es la más grande del mundo.

Semi oculta por la espesa selva de Guatemala y más concretamente en El Mirador de la región de Petén, a nueve horas cabalgando desde la aldea de Carmelita (160 Km.), se encuentra La Danta, considerada sin duda la más grande de las pirámides descubiertas hasta ahora por el hombre y cuna de la civilización Maya.

Danta no es una construcción solitaria, sino que forma parte de una ciudad Maya de 2.125 Km2. desplegada a su alrededor, toda ella enterrada bajo la jungla. 
La época de construcción se estima alrededor del año 300 a.C. 
La base de la pirámide de Danta es de 320x600 metros, sobre la que se elevan varias estructuras piramidales de hasta 72 metros de altura.
Con un volumen estimado de 2.800.000 m3. supera por tanto a la pirámide de Keops en 200.000 m3. de capacidad.

De todas formas se desconoce, de momento, si la pirámide se construyó sobre suelo plano o si aprovechó alguna colina natural, lo cual es bastante común en otras pirámides meso americanas. La grandiosidad de este templo y de otros descubrimientos realizados en la misma cuenca indican que la ciudad de El Mirador fue la más grande del imperio y floreció durante el preclásico maya (850a.C./150a.C.) momento en el que ya existía entre ellos una cultura altamente sofisticada capaz de llevar a cabo tales construcciones.


Por los indicios que presenta el conjunto de ruinas de la ciudad del Mirador, donde se encuentra la pirámide de Danta, el arqueólogo estadounidense Richart D. Hansen, especialista en arqueología maya, considera que sin duda se trata de la capital del mítico Reino Kan.


Aunque la visita de turistas está autorizada, de momento el acceso al lugar todavía es bastante complicado lo que limita notablemente su llegada y movimiento dentro de la zona. De momento hay desbrozados y desescombrados un 70% de los edificios principales, al tiempo que guardias del Consejo Nacional de Áreas protegidas vigila el área para evitar daños en los monumentos o en la misma ciudad semi enterrada que los reúne.
Según la tradición, los reyes se enterraban bajo los templos, las reinas en los palacios y la gente normal en los patios de sus casas. Ninguna excavación se ha realizado todavía bajo la gran pirámide de Danta por lo que se ignora si, como es probable, puede cubrir la tumba del más antiguo de los reyes mayas.

Un asombroso detalle ha sido descubrir que, a pesar de no conocer la rueda como sistema de transporte ni tampoco el tiro mediante animales, una ciudad tan antigua contaba ya con calles pavimentadas y sistemas de tuberías para la correcta canalización de las aguas, con lo que puede afirmarse con rotundidad que, a pesar de esas limitaciones, los mayas fueron los primeros constructores de carreteras. Algo nos dice que tendrá que pasar mucho tiempo, antes de que la antigua capital de los mayas diga su última palabra...

RAFAEL FABREGAT

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