11 de diciembre de 2012

0870- DESNUDANDO AL UNIVERSO.

El asunto del Universo me tiene cada día más intrigado. Si el individuo cree en Dios, se llame como se llame, el problema está prácticamente resuelto... "Dios creó el cielo, la luna y las estrellas, etc. etc."  Pero todos no creemos en Dios y muy especialmente en quienes sobre el mismo predican, lo cual nos crea el problema de no saber de donde venimos ni a donde vamos. Un servidor es de los que gustan de mirar al cielo, leer los diferentes adelantos de la humanidad al respecto y los hallazgos que modernos telescopios propician. Sin embargo, ya desde siempre, me da la impresión de que cuanto más se sabe, más se ignora. Me refiero a que cuanto más allá puede ir el ser humano en sus observaciones, más cuenta se da de la inmensidad que nos rodea. 

Tanto es así que empiezo a pensar que quizás nuestro mundo no sea tan grande como pensamos y que más bien el problema esté en nuestra pequeñez. Ni Big Bang ni catapúm. Soy del parecer que ni con un billón de billones de Big Bangs se podría crear un Universo de tales proporciones. Tantas que nadie conoce su fin. Los científicos algo tienen que decir para que no falten los fondos para sus investigaciones, pero ni el más sabio de los mortales sabe lo más mínimo al respecto. Empiezo a pensar que somos simples pulgones en ramita de melocotonero; pulgones que están mirando al resto del árbol, haciendo progresos por cambiar de rama, por ver si allí pueden encontrar brotes más tiernos que llevarse a la boca, puesto que los de la vieja rama empiezan a escasear. Progresar o morir. Esto será hasta que venga el dueño de la finca con la fumigadora y nos mande a todos al "otro mundo". La vida del pulgón (y la nuestra) es agradable mientras hay brotes tiernos para todos, arrasando el árbol al calorcito del sol primaveral. Pera nada es eterno.

¿Quién nos dice que no estemos formando parte de un mundo minúsculo, creado por seres superiores, que algún día dará su fin?. Tal vez, para esos seres superiores, nuestro inmenso mundo sea una simple probeta de laboratorio y nosotros simples especímenes con los que se está investigando nuestro comportamiento social y reproductivo. 
Ya que mirar hacia fuera es imposible por su inmensidad, ¿por qué no empezar a mirar hacia adentro?. Creo que estaremos todos de acuerdo en que lo único que sabemos es que no sabemos nada y, puestos en ese plan, solo la palabra "Dios" puede dar explicación a nuestra ignorancia. Sin embargo los escépticos no podemos creer en el Dios que la religión nos ha enseñado. El Dios, con el que todos ansiamos creer, lo entendemos misericordioso y no permisivo con la natalidad de ciegos y tullidos. Tampoco de guerras ni matanzas indiscriminadas, además del hambre y el sin fin de injusticias y barbaridades que se llevan a cabo cada día con los indefensos. La creación del mundo no puede en modo alguno achacarse a ningún Dios. Entonces... ¿quién o como se ha creado todo esto?. 

El intelecto humano pide una explicación racional para todo y la quiere porque sin duda alguna existe. Sin embargo, ¿cual es y donde está la explicación a semejante misterio?. El Universo (creemos) es naturaleza en estado puro. Hasta ahí llegamos. Aunque mínimamente la raza humana, superior a las demás pero infinitamente inferior a otras que sin duda existen en otros mundos, se ha demostrado capaz de alterarla. Hasta ahora el progreso ha sido lento pero actualmente los pasos se agigantan. Es imposible predecir hasta donde puede llegar la humanidad en el próximo milenio y en todos los milenios que faltan hasta que nuestro Sol pierda su intensidad y desaparezca la vida en nuestro planeta. Está claro que, para entonces, viajar a otros mundos será un viaje de "cercanías", mientras que los "de largo recorrido" serán aquellos que salgan de nuestra galaxia. 

¿Imposible?. Nada de nada. ¡Tan sencillo como coser y cantar!. En la foto adjunta tenemos el ciclomotor ZUNDAPP de1953. Ya había entonces motos de gran cilindrada, claro, pero ni los motores ni las carreteras permitían gran velocidad. Apenas hace 50 años atrás superar los 100 Km./hora era una locura inimaginable y actualmente cualquier coche alcanza los 250 Km./h. y mucho más. De hecho algunos trenes ya superan los 350 Km./h. al tiempo que hay aviones que alcanzan los 5.000 Km/h.
Divagando en todo lo anterior, ¿a qué conclusión podemos llegar?. Ya se ha dicho anteriormente que lo más práctico es creer en Dios, rezar ante las adversidades y confiar en su misericordia divina pero, ¿de verdad es esa la única explicación a nuestra existencia?. 

Está claro que buscarle explicaciones racionales a nuestra presencia en el mundo y a la existencia del mundo en sí, es harto difícil y complicado pero...  ¿No es más lógico pensar que somos una raza especial, creada a partir de condiciones tan especiales que nos hace únicos en el Universo?. Como se ha dicho antes, también tal vez simples microbios en probeta de seres superiores. Hasta incluso cabe la posibilidad de que nuestro mundo fuera una simple simulación informática, desarrollada por seres de otros mundos más adelantados y que formara parte incluso de otras simulaciones paralelas. 

Porque, si esto no es así, ¿es el Universo tan grande como parece, o somos nosotros los diminutos?. D
esde el punto de vista físico y en cuestión de tamaños... ¿Qué pensarán de nosotros las pulgas, el pulgón de los frutales, o el simple piojo que adorna las cabezas de nuestros niños al iniciarse el curso escolar...?
Total, ¡que no sabemos nada!.

RAFAEL FABREGAT

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