18 de febrero de 2013

0927- GROENLANDIA, SIN HIELO.

El fenómeno del "calentamiento global" avanza a pasos agigantados. El pasado verano de 2012 una inusual cresta de calor acabó en cuatro días con la mayor parte de la capa superficial de hielo en Groenlandia. A donde nos llevará esto, es la pregunta que nos hacemos todos. Que las temperaturas y las lluvias están cambiando de forma extraña e imparable en la mayor parte del planeta, es algo que está a la vista de todos. Sequías e inundaciones están azotando el planeta provocando una serie de cambios desastrosos cuyo final nadie es capaz de predecir. Que la mitad de los hielos de Groenlandia se fundan durante el verano es algo normal y esperado, pero que desaparezcan en su mayor parte y en tan solo cuatro días... de normal no tiene nada. Algo de consecuencias imprevisibles está sucediendo. Aunque la gente corriente poco podamos hacer al respecto, como esta clase de fenómenos sigan produciéndose creo que tendremos que empezar a preocuparnos.

Los residentes habituales de esta isla ártica ven como día a día el deshielo anima a la construcción de casas y a la llegada de turistas, pocos años atrás impensable. Pero eso no es todo. También han hecho acto de presencia los chinos y tras estos llegarán otros. Sin embargo no son turistas y ni siquiera hosteleros o comerciantes. Se trata de aprovechar el deshielo de esta zona virgen del planeta para realizar prospecciones geológicas y geofísicas en busca de riquezas en el subsuelo. Parece ser que las posibles prospecciones mineras de la isla son el principal objetivo de estas empresas, que buscan en los diferentes minerales fuentes de riqueza no explotadas hasta ahora en una zona de condiciones otrora extremas. De hecho ya hay proyectos claros y definidos al respecto. Empresas londinenses que, con capital chino, tienen solicitados diferentes permisos de extracción a las autoridades de Groenlandia. Los hielos árticos, hasta hace bien poco vírgenes, pueden convertirse en pocos años en un foco de riqueza pero también de contaminación sin límites.

Con tan solo 57.000 habitantes, Groenlandia tiene menos población que empleados hay en alguna de las empresa que allí tienen previsto ponerse en marcha. Naturalmente, con motivo del calentamiento global, cualquier cosa es posible y lógicamente también el ver situadas en esa isla ártica edificios e infraestructuras que permitan un desarrollo de la zona hasta ahora impensable. Nos preguntamos muchos si todo eso será para bien. Como suele suceder en estos casos, también los nativos de la isla estarán sin duda preguntándose si tales adelantos económicos merecen la pena. Para los amantes de la tranquilidad, seguro que no. Sin embargo la oportunidad que se les presenta no es tampoco algo a lo que darle la espalda sin más ni menos. Si serán lo suficientemente inteligentes como para poner freno y medida a la "fiebre del oro" que en este momento está pasando frente a sus narices, es algo que se verá en breve plazo. Riqueza todos la queremos, pero no a cualquier precio.

Ciudad de Nuuk, capital de Groenlandia.
No contando a Australia, a la que debemos dar calificación de continente, Groenlandia es la isla más grande del mundo. Se encuentra al noroeste de Islandia y al nordeste de Canadá, entre el océano Ártico y al Atlántico Norte. Su vegetación es escasa, con un único espacio forestal situado en el extremo sur, próximo al Cabo Farewell. Tiene una superficie de 2.175.600 Km2., de los cuales solo 341.700 Km2. están libres de hielo. El país consta de 18 ciudades de más de 500 habitantes, de las cuales Nuuk (con algo más de 16.000 h.) es la mayormente poblada y la capital del territorio. 

La isla fue desconocida por los europeos hasta el siglo X, momento en que fue descubierta por los vikingos noruegos que se habían asentado recientemente en Islandia. Sin embargo a la llegada de los vikingos la isla ya estaba habitada por pueblos árticos denominados Dorset. Un par de siglos después llegaron los ancestros de los actuales esquimales o Inuit. La exploración definitiva de la isla la llevó a cabo Erik el Rojo, comerciante y explorador noruego (vikingo) que en el año 982 navegó hacia esa misteriosa isla, al ser exiliado por asesinato, explorando sus costas durante los tres años de condena. Interesado en la colonización de aquellas tierras, al finalizar su exilio regresó a Islandia contando grandes historias de riquezas y posibilidades. Muchos pobres de solemnidad fueron convencidos de que aquella podía ser su oportunidad y le siguieron en aquel verano del 985. El marfil de las morsas y la carne y pieles de foca constituían su mayor atractivo. 

Iglesia de Hvalsey.
El año 985 Leif Eriksson (Erik el Rojo) partió de Islandia con 25 barcos a sus órdenes, aunque solo 14 llegaron sin percances a Groenlandia. En otras expediciones llegaría a la isla de Terranova, siendo por tanto el primer europeo en descubrir América, 
adelantándose cinco siglos a Colón. Así de injusta es la Historia, escrita por los hombres al fin y al cabo. Los seguidores de Eirk fundaron dos colonias, con un total de 400 casas y unos 1.000 habitantes, así como cinco iglesias dependientes de la diócesis de Gardar. Sin embargo el agravamiento del clima y las presiones territoriales de los esquimales nativos (inuit Thule) acabaron por hacer abandonar las colonias establecidas, lo que se produjo a principios del siglo XV. El registro más antiguo, sobre vikingos habitantes de Groenlandia, corresponde a un casamiento llevado a cabo en 1408 en la iglesia de Hvalsey, siendo justamente las ruinas de esta iglesia el monumento mejor preservado de aquella época.

Bandera de Groenlandia.
A pesar de las diferentes pretensiones Noruegas por el control de Groenlandia, la isla sigue perteneciendo al Reino de Dinamarca, aunque disfruta de autonomía desde 1979. A pesar de los notables avances en la isla, ni siquiera su capital (Nuuk) dispone todavía de aeropuerto internacional. En 2008 se aprobó mediante referéndum la ampliación de su estatuto de autonomía, por el que se pedía el control de sus recursos mineros y petrolíferos, así como acogerse al derecho de autodeterminación. Aunque sigue perteneciendo al Reino de Dinamarca, con la aprobación del nuevo estatuto, Groenlandia ejerce el control de todos sus recursos naturales y también de la administración de justicia.

RAFAEL FABREGAT

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