14 de marzo de 2013

0954- LA REPÚBLICA DOMINICANA.

Con una superficie de 48.442 Km2. y unos 10 millones de habitantes, la República Dominicana es el segundo país más grande del Caribe. Su idioma oficial es el español y su capital y ciudad más poblada es Santo Domingo. Un millón de habitantes y dos más en su área metropolitana. Esta ciudad fue fundada por Bartolomé Colón, hermano del descubridor, el 4 de Agosto de 1.496. La ciudad fue destruida en su totalidad en 1.502 por un huracán y fue construida de nuevo en un lugar próximo. Se le puso entonces el nombre de La Isabela en honor a la reina española, pero más tarde se llamaría Santo Domingo por ser el nombre (Doménico) del padre de sus fundadores. El país ocupa unos dos tercios de la isla La Española, que comparte con la República de Haití. La Española fue el primer territorio descubierto por Cristóbal Colón y por tanto el primer asentamiento europeo en el Nuevo Mundo. Los Taínos, que habitaban en aquel momento la isla, la llamaban Quisqueya (madre de todas las tierras) y también Ayití (tierra de altas montañas). 

La isla fue descubierta por Cristóbal Colón el día 5 de Diciembre de 1.492. El almirante tomó tierra y le dio el nombre de La Española. Explorando el perímetro de la isla su carabela, la Santa María, encalló en un banco de arena y tuvo que ser desguazada, aprovechando sus restos para construir un fuerte al que, por las fechas en las que se encontraban, dieron el nombre de Navidad. La isla estaba entonces gobernada por cinco caciques, con uno de los cuales (Guacanaguari) entabló Colón amistad y se comprometió a protegerles de los indios caníbales del cacique Caonabo, recibiendo en agradecimiento un cofre de oro. Colón dejó una guarnición de 39 hombres, al mando de Diego de Arana y regresó a España a dar la buena nueva y a recabar ayuda para colonizar aquellas tierras. A su regreso, el 22 de Noviembre de 1.493, el fuerte había sido atacado y destruido por Caonabo que había ejecutado a todos los españoles. En Marzo de 1.494 Colón funda una nueva ciudad en la costa (La Isabela) y otra más al interior de la isla (Santo Tomás). 

La posible presencia de oro y mano de obra barata, en la figura de los nativos, atrajeron a muchos españoles en aquellos primeros años. Mayormente se trató de aventureros que buscaban más la posibilidad de enriquecerse rápidamente que la de asentarse en la isla. Sin embargo el maltratos a los nativos y los abusos a sus mujeres, hicieron que las relaciones se deterioraran hasta tal punto que llegaron a rebelarse, aunque fueron dominados. Los abusos a los indios, capítulo vergonzoso del colonialismo español en aquellas tierras, siguieron hasta bien entrado el siglo XVI. Colón intentó poner coto a aquellos abusos ganándose la enemistad de algunos de aquellos desaprensivos y finalmente claudicó a las demandas presentadas repartiéndoles las tierras y los indios que en ellas habitaban. La situación no mejoró para los indios que se sublevaron frecuentemente. La Corona mandó a Francisco de Bobadilla que ordenó la detención de Colón y su familia, que fueron embarcados hacia España. 

La vida de esclavitud a que fueron sometidos los nativos y las diferentes enfermedades traídas del viejo continente mermaron la población autóctona, viéndose obligados los colonos a importar mano de obra africana. Durante los años que siguieron se produjo un fuerte mestizaje entre los nativos, europeos y los propios africanos, que dieron como resultado la identidad de los actuales dominicanos. A mediados del siglo XVIII se estima que el 25% de los habitantes eran europeos o criollos, un 15% africanos, un 25% mestizos, un 10% zambos y el 25% restante mulatos. Sin embargo aquella mezcla de razas mejoró notablemente a los nuevos habitantes de la isla que ganaron en salud y supervivencia. A finales del siglo XVI los ingleses llegaron a la isla y saquearon Santo Domingo. Aquello solo era el comienzo. A principios del siglo XVII ingleses, holandeses y franceses tenían ocupada la isla Tortuga y lanzaban continuos ataques a las costas occidentales de La Española hasta el punto de dejarla despoblada. 

En 1.697 la Corona cedió a Francia esa parte de la isla, actual Tahití y en 1.777 se fijan los límites de ambos territorios. 
En 1.795 y con motivo de la Guerra del Rossellón, la Francia Revolucionaria consigue que España renuncie a la totalidad de la isla que pasa a manos francesas. Las insurgencias de los esclavos se reanudan y en 1.804 Haití se proclama independiente. Después de tres siglos de dominación española, con algunos episodios de dominación francesa, Santo Domingo proclama su independencia el 1 de Diciembre de 1.821 pero es dominada dos meses después por lo haitianos. En la segunda mitad del siglo XIX constantes luchas incluyeron un breve regreso de cuatro años a la Corona española (1861-1865). La ocupación estadounidense de 1916-1924, al objeto de proteger el futuro Canal de Panamá y dos mandatarios posteriores llevaron a la República Dominicana hasta la Guerra Civil de 1.965 que finalizó con la intervención liderada de los Estados Unidos. Desde entonces es la novena economía sudamericana, pero con una escandalosa desigualdad de ingresos, gran corrupción gubernamental y un alto desempleo.
























La República Dominicana limita al oeste con Haití y al este con la isla de Puerto Rico mediante el canal de la Mona. Al norte tiene 586 Km. de costa lindantes con el océano Atlántico y al sur 545 Km. que lindan con el mar Caribe. El territorio es mayormente montañoso y con una cordillera central en la que se ubica su punto más alto, el monte Duarte de 3.087 m. sobre el nivel del mar, punto también más alto de todas las Antillas. 


Tiene varios ríos y lagos de cierta importancia, así como algunas presas hidroeléctricas que abastecen de electricidad a la población, aunque con ciertas deficiencias. 
La isla es de clima predominantemente tropical, con lluvias abundantes y temperatura entre 25 y 35ºC. Excepcionalmente en invierno pueden caer algunos copos de nieve en el pico del monte Duarte. 
Entre Agosto y Octubre es también propensa al paso de huracanes. 
Paraíso tropical de primer orden, la República Dominicana goza de numerosos destinos turísticos que atraen anualmente a millones de visitantes, principalmente de Europa y Estados Unidos que buscan su verano permanente.

RAFAEL FABREGAT

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