30 de abril de 2014

1358- EL INCENDIO DE MUNICH.

Los seguidores del Bayern de Munich ya lo habían advertido.
  - Arderán hasta los árboles 
-dijeron los alemanes.
No se equivocaron. Ardieron los árboles, los balones de fútbol y la red de su portería. La gente, los socios del Bayern están tan indignados que puede incluso que arda el contrato de Guardiola, su entrenador.
  - Vosotros a lo vuestro, posesión, pases... -eran las órdenes.
Lo que no pensó jamás Guardiola es que con tales órdenes llegaría la derrota más estrepitosa que jamás tuvo este equipo alemán. Estamos demasiado acostumbrados a que todo lo alemán sea bueno, lo mejor del mercado. Pero este año no es un año cualquiera y el Real Madrid está que se sale... y si a Pepe le regalan plátanos ¡todavía se crece más!.


La cara de Guardiola parecía una comedia de Woody Allen. 
¡Ay que risa...! Todo un poema. En España, mejor dicho en el Reino de Catalunya, ya no estaba a gusto. Seguir en el Barcelona ya le cansaba porque, por mucho que te guste el potaje... ¡todos los días potaje!. Demasiado dinero y demasiadas palmaditas en la espalda. ¡Vaya mierda de mundo, hasta el dinero y las palmaditas cansan, si te las dan siempre los mismos...!
  - Voy a ver como dan las palmaditas en Alemania -se diría él.
Pues ahí tienes. ¡Toma del frasco (Pep) Carrasco!. (0 - 4 + 1 = 0 - 5)
Si quieres más, pasa el plato y que te echen las sobras.
¡Ay Guardiola...! Que estás más estudiado que el catecismo en tiempos de Franco...


¡Hay pobrecito...! ¡Ea, ea, ea....! -trataba de calmar Pep.
¡Es que ha sido toda una pesadilla! -sollozaba Ribery.
  -Tranquilo Franck, tranquilo, ea, ea, ea... -consolaba Pep.
Y es que el delantero galo se declaraba impotente, para meter un balón en la portería del Real Madrid y para impedir que la suya hiciera aguas por todas partes. Los árboles de Munich no ardieron, pero sí la portería del Bayern. El Allianz-Arena resultó ser un colador, una burla para los socios y para toda la afición alemana. Superar a Alemania no es un imposible. Solo hay que poner voluntad, ganas de lucha y fe, mucha fe y de todo eso el Real Madrid, ayer, iba sobrado. 

El resultado ya lo saben: 0-4. Una apisonadora que jamás había conocido este equipo en toda su historia. Ahora a esperar acontecimientos con el Atlético de Madrid y el Chelsea de Mohurinho. ¡Otro que tal baila!. Veremos qué pasa. ¡Sería demasiado para mi cuerpo que ganara el Atletico! En fin, que sea lo que Dios quiera. En esto del fútbol, hasta que el árbitro no da el pitido final, no hay nada escrito. 




La foto es celebración del segundo tanto. Faltaban otros dos, pero eso ni ellos mismos podían soñarlo. Pero bueno, lo dejamos aquí. Hasta la final de Lisboa...
¡Felicidades al Real Madrid y a todos sus seguidores!

RAFAEL FABREGAT
Fotos de ABC

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