19 de septiembre de 2014

1519- EL CEREZO ORNAMENTAL.

En el resto del mundo, quizás porque el dinero no sobra, somos más prácticos y cuando plantamos un cerezo es para poder degustar o vender tan preciado fruto, a la mayor brevedad posible. Sin embargo no sucede esto en otras partes del mundo asiático y muy especialmente en Japón, donde el cerezo es árbol ornamental por excelencia. Tanto es así que estos árboles no dan fruto alguno y solo se plantan por el deleite de verlos floridos durante el corto lapso de tiempo de un par de semanas como mucho. ¿Por qué extrañarnos?. También en todas partes del planeta plantamos flores de corte que se pasan en cuatro días y hasta se pagan fortunas por ellas.


Intenso pero corto placer el de la flor del cerezo, de apenas 10/15 días de duración, que bien podríamos comparar con el clímax del acto amoroso. Debemos pues entender que, al igual que en éste, la preparación y preliminares valen la pena tanto o más que el momento culminante y cenit de todo el esfuerzo realizado. A eso es a lo que llamamos amor. Por cierto, también en el cerezo los hay llorones. Tanto en los cuidados empleados al cerezo ornamental, como en el símil amoroso de las relaciones de pareja, se supone que la mayor satisfacción es que al final del camino uno pueda recibir la aprobación de quienes disfrutan del trabajo bien hecho.


- Oh, ¡sencillamente maravilloso!. ¡Qué vigor, qué potencia! -exclaman las féminas japonesas refiriéndose, claro está, al cerezo. Y deshaciéndose en elogios de parecida índole marchan del jardín encantadas, como flotando sobre una nube, mientras ellos caminan patizambos y dando tropezones sin saber muy bien qué ha pasado. Para recobrar la normalidad, unos y otras habrán de fumarse un cigarrillo y tomar una taza de saque. En fin, esto es lo que pasa en muchos países asiáticos en relación con el amor... y con el cerezo. Maravilla de las maravillas que, por desgracia, es demasiado efímero. Claro que, si durara más tal vez no gustaría tanto. ¡O tal vez sí, no lo sé...!


Al cerezo ornamental japonés, de la familia de las rosáceas, se le llama "prunus serrulata", que vaya también con el nombrecito... pero, claro, allí es emblema nacional y forma parte del patrimonio legendario del país. En fin, allá cada cual. Menos mal que no precisa poda y acepta todo tipo de suelos, porque si tanto hubiera que esforzarse uno...
Dicho todo lo anterior pido perdón, sobre todo a los japoneses, por haber escrito en clave de humor sobre este árbol para ellos emblemático. Su gran atractivo floral y comodidad de cultivo han hecho que podamos encontrarlo en cualquier país del mundo, lo cual dice mucho a su favor y no seré yo quien discuta sus valores...


La "sakura" o flor del cerezo, es símbolo predominante de la cultura japonesa. Con motivo de su floración se lleva a cabo el Festival Hanami durante el cual familiares y amigos se reúnen en los parques, bajo la sombra de las tupidas flores, compartiendo la comida que llevan entre todos. Las hojas de este árbol ornamental no salen hasta después de la florarión, quedando a partir de ese momento y hasta el invierno, con el verde intenso de éstas. Esta celebración es en Japón símbolo de la vida y la muerte, algo que la naturaleza nos brinda cada año en todas las especies vegetales de hoja caduca. Sin embargo en China, la flor del cerezo se asocia a la belleza y dominio femeninos, simbolizando fortaleza y poder. 
¡ Hay que ver cuanto saben estos chinos...!

RAFAEL FABREGAT

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