1573- ALFONSO I DE ASTURIAS.

Alfonso I fue el tercero de los reyes españoles, tras la Reconquista. A la muerte sin descendencia de Favila I, hijo de Don Pelayo, quedaba como única heredera su hermana Ermesinda. Estando ésta casada con el duque Alfonso de Cantabria, fue éste quien sería coronado el año 739 como rey de los astures. Desde el primer momento Alfonso I se entregó en cuerpo y alma a la reconquista y ampliación de sus fronteras contra los moros. Ante las presiones de los astures, huyeron hacia el sur los árabes establecidos en Galicia, en la comarca de Astorga y mitad norte del actual Portugal, hasta la sierra de Guadarrama. Como consecuencia de esta lucha encarnizada contra los musulmanes se creó lo que fue dado en llamar "el Desierto del Duero". Todos los moros contra los que se enfrentaban las tropas del Alfonso I eran muertos en la batalla o asesinados posteriormente, al tiempo que los cristianos supervivientes eran llevados a sus dominios cántabros. Con este proceder una gran extensión peninsular, comprendida entre el río Duero y la Cordillera Cantábrica, quedó prácticamente despoblada al tiempo que en Asturias y Cantabria se roturaron nuevas tierras y se fundaron nuevos pueblos y aldeas. 

Esta actuación tenía dos objetivos: no debilitar sus ejércitos dejando guarniciones en las ciudades conquistadas y dificultar la recuperación del territorio por parte de los musulmanes. La medida tenía consecuencias similares a la de "tierra quemada". Dentro de los límites de sus campañas guerreras, cientos de pueblos quedaron deshabitados y miles de Km2. de tierra de labor abandonados, sin producción alguna. 

La repoblación de este territorio no se llevaría a cabo hasta más de un siglo después (IX y X) cuando ya, con una situación árabe más controlada, se dieron tierras en propiedad a cristianos y mozárabes provenientes de reinos musulmanes con la única condición de que las trabajasen y las mantuvieran bajo su mandato. Los primeros destinatarios de estas tierras y especialmente las mejores, fueron otorgadas a abades de diferentes monasterios que se instalaron en esta vasta región. Otras pasaron a manos de los nobles que ayudaron en la Reconquista. 

Foto antigua castillo feudal de Verdú. (Lérida) 

En Castilla, por abundar el secano, fue más común dárselas a pequeños agricultores que se acogían al llamado "Derecho de presura", por el cual cada familia recibía toda la tierra que fuera capaz de arar en un solo día, lo cual solían ser unas cuatro hanegadas por cada uno de sus miembros. Navarra y Aragón, por ser territorios más ricos, se dieron a la nobleza y a los monasterios, a excepción de los valles pirenaicos que fueron repartidos entre los colonos. En Cataluña también se entregaron las tierras a los agricultores, pero con la diferencia de que allí estaban bajo dominio feudal y tenían que dar a sus señores los diezmos correspondientes, con ciertos abusos en algún caso.

De su matrimonio con Ermesinda, Fernando I tuvo tres hijos: Fruela, Vimarano y Adosinda y con una esclava musulmana llamada Sisalda tuvo otro hijo: Mauregato. Alfonso I de Asturias murió de muerte natural el año 757 recibiendo sepultura en el Monasterio de Santa María, próximo a Cangas de Onís. En la cueva junto a dicho monasterio, hoy Real Sitio de Covadonga, fue también enterrada su esposa la reina Ermesinda. 

En el sepulcro fue grabado el siguiente epitafio:
"AQVI YAZE EL CATOLICO Y SANTO REI DON ALONSO EL PRIMERO I SV MVJER DOÑA ERMENISINDA ERMANA DE DON FAVILA A QVIEN SVCEDIO. GANO ESTE REI MVCHAS VITORIAS A LOS MOROS. FALLECIO EN CANGAS AÑO DE 757". 

RAFAEL FABREGAT