22 de diciembre de 2014

1605- LA ISLA ANGUILA.

País situado en el Caribe, justamente en el extremo norte de las Islas de Barlovento, en la Antillas Menores. Isla Anguila es uno de los territorios británicos de ultramar, no autónomos y bajo supervisión de la ONU. Se trata de un pequeño archipiélago compuesto por esta isla principal y ocho islas menores, la mayoría deshabitadas. Su capital es El Valle, pequeña población situada en el centro de la isla y que cuenta con apenas un millar escaso de habitantes. En principio Isla Anguila estaba asociada a las islas de San Cristóbal y Nieves pero, al trasladarse el gobierno a estas últimas en 1825, perdió toda su influencia. 


Otra población en Isla Anguila es Sandy Gruond. Principal puerto de la dependencia británica en la isla y que cuenta con una población de escasos 300 habitantes. Con mayor población tenemos a Blowing Point Village. Alrededor de 1000 habitantes y puerto de atraque del Ferry que llega desde la isla de San Martín (Países Bajos) donde está el aeropuerto Princesa Juliana, que conecta las islas de Sotavento con el mundo.  De clima y aguas maravillosas, tiene el problema de ser lugar de paso de la mayor parte de los huracanes que azotan el Caribe todos los años ya que, en mayor o menor grado, esta zona siempre suele quedar afectada.


La isla fue descubierta por Cristóbal Colón en su segundo viaje (1493) encontrándola habitada por los indígenas Arahuaco. La llamaban Malliouhana, que significa "serpiente marina", debido seguramente a su forma alargada. Fue colonizada en 1650 por ingleses procedentes de las islas de San Cristóbal y Nieves y administrada por los británicos hasta 1825 cuando Isla Anguila fue traspasada a la administración de estas islas en contra de la voluntad popular. Aunque tiene independencia administrativa, Isla Anguila sigue siendo territorio británico de ultramar.


No teniendo establecido el Estado ningún tipo de impuesto a sociedades o indivíduos, Isla Anguila se convirtió en las últimas décadas en uno de los paraísos fiscales más importantes del mundo. Finalmente, a consecuencia de un creciente déficit económico, se decidió en 2011 crear un Impuesto Interino de Estabilización del 3%, primer impuesto establecido en la isla. La superficie del archipiélago de Isla Anguila es de 102 Km2. y una población total proximada de 14.000 habitantes. Aunque no tiene vuelos directos con Europa o América, Isla Anguila tiene un pequeño aeropuerto con vuelos a diferentes destinos caribeños. 


No hay transporte público en la isla, aunque sí varios taxis que cubren las necesidades de la población. Desde las 7,00 de la mañana un pequeño ferry cubre el trayecto hasta la isla de San Martín, desde la que hay vuelos al continente. En el aspecto económico hay que decir que la isla carece de recursos naturales, siendo el turismo su mayor fuente de ingresos directos a la población, unidos a la pesca de langostas y al dinero remitido por los anguilenses emigrados a otros lugares. El crecimiento turístico propicia el aumento de la construcción. Está en auge la Banca extranjera y la emisión de sellos postales para coleccionismo filatélico. También se exporta alguna pequeña cantidad de langostas y sal. 


En Isla Anguila el terreno es rocoso y de escasa elevación. El clima es subtropical, con una temperatura media de 28ºC y una precipitación de 900/1000 mm. 
La religión más habitual es la protestante, con mayoría anglicana y metodista. Los católicos solo suponen el 6% de sus habitantes. La gastronomía está basada principalmente en el pescado y marisco locales. 
Se importa alguna cantidad de carne, aunque principalmente se consume la de corral, criada por los propios isleños. De ésta, la carne de cabra es la más consumida, aunque la langosta es el plato más típico y abundante de la isla, por lo que se cocina de todas las formas y variedades posibles: a la plancha, en arroz, guisos o simplemente hervida y con mayonesa. Comer langosta en Isla Anguila es lo más habitual y económico. Algo muy gratificante para los turistas que, a este paso, cada día serán más... ¡Hasta que se acaben, claro!.

RAFAEL FABREGAT

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