12 de enero de 2015

1622- CHISTES DE RUBIAS.

Dos rubias marchan al campo a buscar un árbol para navidad. Llegadas al bosque se internan sin que ninguno de los que ven acabe de gustarles. Pasadas dos horas de búsqueda, la una le dice a la otra:
- Oye Marí, ¡estoy agotada!. El próximo lo cogemos, aunque no tenga bolas de Navidad...

Una rubia impresionante llega a un locutorio para que le pongan una conferencia internacional, pues necesita hablar con su madre. Examinada la tarifa el dueño le dice que los primeros cinco minutos le costarán 200 euros...
- Dios mío, no tengo tanto dinero pero necesito hablar urgente con ella, como sea.
El hombre la mira de arriba abajo.
- ¿Como sea? -le responde.
- Sí, sí, por favor -le dice la rubia.
- Bien, entonces sígame -le dice encaminándose hacia el fondo.
La rubia le sigue hasta la trastienda.
- Pase y cierre la puerta -le dice el hombre, mientras la mujer lo mira extrañada.
- Póngase de rodillas y bájeme la cremallera del pantalón.
La rubia se arrodilla, le baja la cremallera y lo mira confundida cuando el hombre le dice que se la saque. Ella obedece y él ya muy excitado le dice:
- Adelante mujer, adelante.
La rubia le coge la... con ambas manos y rozándola con los labios exclama:
- Hola mamá, ¿puedes oírme?.

Una rubia muy guapa va de viaje a Nueva York en clase turista y viendo que en primera clase había un asiento vacío, mucho más grande y confortable, se sienta en él. La azafata comprueba su billete y viendo que es de clase turista la invita a buscar su asiento en la clase inferior, pero la rubia se niega a marchar alegando ser joven, guapa y rubia.
La azafata informa al capitán y éste habla con la joven para convencerla de que no puede en modo alguno ocupar un asiento de categoría superior a la que ha contratado. La mujer le responde, como a la azafata, que es joven, guapa y rubia y que seguirá ocupando dicho asiento hasta su llegada a Nueva York. No queriendo formar un escándalo que moleste al resto del pasaje el capitán se retira a la cabina y comenta el problema con el copiloto.
- Tranquilo capitán que esto lo soluciono yo en un momento -le dice el copiloto.
- Pero... ¿Qué es lo que va a hacer?.
- No se preocupe, mi novia también es rubia y sé cómo se manejan estas cosas.
El copiloto se levanta y acercándose a la rubia le susurra algo al oído. De inmediato la mujer se levanta y marcha a ocupar su asiento en clase turista, al tiempo que lo abraza agradecida.
- ¡Pero Antonio! -pregunta el capitán- ¿qué le has dicho, para que marche?. ¡Y tan contenta...!
- ¡Bah, no ha sido nada!. Me he limitado a decirle que los asientos de primera clase no iban a Nueva York.

Una rubia conduce y, despistada retocándose en el espejo, se la pega contra un coche aparcado. De repente sale un tío furioso del interior del vehículo y dirigiéndose hacia ella marca con una tiza un círculo a su alrededor diciéndole:
- Quédate dentro del círculo ¡y no te muevas!.
Acto seguido saca un bate de beisbol y empieza a darle porrazos al coche de la rubia. 
Ya con el coche todo abollado la mira y ve que ella está sonriendo por lo que mosqueado le dice:
- ¿Qué pasa, te parece esto divertido?. Y empieza entonces a romper todos los cristales del coche y después le destroza la tapicería con un cuchillo. Vuelve a mirar a la rubia y ella partiéndose de risa. Enfurecido raya toda la pintura y clava el cuchillo en los neumáticos, dejándolo para el desguace. A todo esto la tía desternillándose. Cada vez más enfurecido el hombre saca un bidón de gasolina y lo echa sobre el coche de la rubia pegándole fuego. Cuando la vuelve a mirar, la rubia está tirada por los suelos de la risa incontenible que tiene. Fuera de sí le grita:
- ¿¡¡¡Qué te parece tan divertido!!!?
A lo que la rubia responde...
- Ja, ja, ja, es que... Cada vez que no mirabas... ja, ja, ja... ¡¡¡ me salía del círculo...!!!

RAFAEL FABREGAT
No será para tanto... (lo de las rubias, quiero decir).

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