4 de mayo de 2015

1745- EN TRES SEMANAS, ELECCIONES.

Municipales y autonómicas, pero elecciones al fin y al cabo. Cabanes (Castellón), con poco más de 2.500 habitantes en su casco urbano y unos 3.000 contando los núcleos de las pedanías de La Ribera, presenta nada menos que cinco candidaturas diferentes, de otros tantos partidos. Increíble, por tanto, el interés político que hay en manejar los asuntos municipales de un pueblo que, para bien o para mal, está condenado a ser pilar importante en la economía provincial. La proximidad del Aeropuerto de Vilanova y los intereses costeros, encabezados por el Grupo Marina D'Or, pero seguidos por otros muchos destinos vacacionales de la provincia, pone a Cabanes en el punto de mira de la política provincial y del control de esos intereses.


Sin embargo los habitantes de Cabanes, al igual que sucede en todo el panorama nacional, están cansados de la dejadez y la incompetencia de los actuales mandatarios. Hasta hace bien poco el voto de los españoles y en este caso el de los cabanenses, se sabía de antemano. Cada cual tenía sus preferencias y el voto era inamovible, casi sagrado, pero estas cosas están cambiando. Lo de mandar por mandar será interesante para los que mandan, pero ya no para los que obedecen. Lo de no mirar la cara de los vecinos y tener el centro de los pueblos perfectamente iluminado, mientras los que viven en las afueras no aciertan a poner la llave en la cerradura, es algo que se tendrá en cuenta a la hora de votar. Lo mismo en lo que respecta a la limpieza extramuros y más aún en el polígono industrial.


Algunas cosas que saltan a la vista, los políticos no se dignan en mirarlas. Es más, cuando te molestas en hacérselas ver mandando una queja, ni siquiera por educación mereces su respuesta. Silencio administrativolo llaman. 
Y mientras, en las aceras de las casas extramuros crece la hierba durante el día y por la noche se convierten en cuevas de oso hormiguero. Ya no digamos en el polígono industrial, donde crecen como setas las botellas con orines y los restos de comida de los camioneros incivilizados, los contenedores de basura sin tapadera y las malas yerbas en bordillos y aceras. Más de cuatro ignoran que la calle del Rte. Navarrete es una vía lateral, de doble dirección para mayor colmo de males y, cuando marchan sus clientes, se meten en la Avda. España sin ceder el paso a los que vienen desde TENCER, con el consiguiente frenazo o abolladura. 


Todo por no haber una línea contínua y un ceda el paso. ¿Tan caro es pintar unas rayas en el suelo?. ¡Dejadez absoluta!. Durante CATORCE AÑOS, las autoridades municipales han "olvidado" repintar las líneas discontinuas que señalaban el centro de las calles, así como el decreto aprobado en la legislatura anterior de pintar una línea continua entre las empresas PRODHE y TURRONES SAN LUIS, que evite los sustos y roces continuos de los conductores en la esquina frente al Rte. Navarrete. Más ahora que la afluencia de camiones se ha multiplicado por diez, al impedirse su paso por la N-340. Está claro que mandar es complicado, pero especialmente cuando uno quiere controlarlo todo, sin tener delegados que controlen cada uno de los pilares de la problemática municipal. 


Muchos nos preguntamos el por qué de tanto interés en mandar, si no es para corregir los problemas de nuestro pueblo, dando paz a sus habitantes. Y si estamos equivocados y ese interés existe, que se note. A la mayoría de los cabanenses las aventuras políticas no nos gustan. Preferimos la tranquilidad, pero con garantías de un mandato justo. Que todos somos buenos a la hora de pagar y a la de votar. ¿Por qué establecer diferencias a la hora de merecer la atención de nuestros gobernantes?. A más de cuatro, que pagamos una fortuna en impuestos, nos da la impresión de estar desamparados y eso solo beneficia a quienes están agazapados esperando el resultado de tantos despropósitos. 

RAFAEL FABREGAT

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