1 de julio de 2015

1812- EL ÁRBOL-PRISIÓN.

Junto a la carretera entre Derby y Brome, al oeste de Australia, es donde se encuentra este peculiar baobab de más de 1500 años de edad. No obstante su peculiaridad consiste en que a finales del siglo XIX fue utilizado como prisión provisional durante un traslado de presos. 

En la citada fecha un grupo de aborígenes fueron detenidos, acusados de haber robado varias cabezas de ganado en una tierra que ellos consideraban de su propiedad. Encadenados y trasladados a pie hasta la ciudad de Derby, se les hizo de noche por el camino y a sus guardianes no se les ocurrió otra cosa que encerrarles en el interior de este Baobab dotado, como podemos ver de un importante tronco hueco. Poco más cuenta la Historia de tan mágnifico árbol puesto que, al amanecer, presos y guardianes reanudaron viaje hacia la ciudad donde habían de ser juzgados y encarcelados durante meses.

Los sucesores de aquellas gentes lo cuentan sin embargo de forma distinta. 
Según ellos, los prisioneros fueron encadenados a lo largo del tronco del árbol y no en su interior puesto que, como es frecuente en este tipo de árboles milenarios, su tronco hueco ha servido siempre como osario en el que se guardaban los restos de sus antepasados y lugar donde habitan sus espíritus. 
Sin embargo no parece improbable tampoco la primera versión, puesto que se sabe a ciencia cierta que de forma temporal algunos de ellos se utilizaron como cárcel. Es probable por tanto que ambas historias sean ciertas.

En el interior australiano hay miles de ejemplares de este tipo de árbol y aunque la mayor parte de ellos no reúnen las características necesarias para ello, sin duda los troncos huecos de los ejemplares más grandes fueron utilizados para diferentes cometidos. 
Con una circunferencia de 25 ó 30 metros, estos árboles han sido utilizados antiguamente como cabaña, despensa, centro de reunión y lógicamente también de prisión. Tal es el caso del árbol Windham, en Australia Occidental, que en la década de 1890 le fue cortada una puerta en su tronco para su uso como cárcel. Un artículo de 1931 afirmaba que se llegaron a meter 30 presos de una sola vez, lo que sin duda parece una exageración de todo punto improbable.

RAFAEL FABREGAT

2 comentarios:

  1. Te sobra toda la razón Idalia. Serían sin duda los tiempos, las circunstancias... ¡aunque sigues teniendo la razón!. Un fuerte abrazo.

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