15 de agosto de 2015

1855- LA PLAYA ESTABA DESIERTA Y...

La playa estaba desierta y el mar bañaba tu piel, cantando con mi guitarra, para tí María Isabel. (Los Payos - 1969). Yo lo entiendo. Hay gente a la que estar en la playa sin hacer nada les aburre. El caso no es para menos. Allí tumbado, panza arriba. Sí que es verdad que pasa gente pero claro, si todas son como la de la foto y eres mariquita, ya me contarás...


Claro que, eso sí, puedes hacer castillos en la arena. Aunque no tengas hijos, por allí siempre hay niños que aceptarán tu ayuda. Si no sabes hacer castillos siempre puedes hacer un hoyo gigante y dejarte enterrar... Y si eres mujer o estás en zona de rocas siempre queda la opción de mirar hacia el horizonte o ver como las olas rompen contra las rocas... es muy socorrido. 
La espuma lo inunda todo y salpica a los cangrejos que hay por allí. ¿No os gusta cazar cangrejos en las rocas?. ¡Ay chicas, es que si os ponéis en ese plan...! La playa ya se sabe, agua, sol, arena, gente y niños. Es que, no hay más...


- Mmmm, no sé donde poner la toalla -dicen algunas.
- ¡Aquí, aquí! -responderían muchos si no estuvieran con la parienta, los niños y hasta la suegra. 
Porque allí en la playa, donde nunca pasa nada, de vez en cuando aparece un bombón. Solo es uno de cada mil, pero los bombones existen, tienen piernas y les gusta pasear por la playa. Puedo asegurarlo porque los he visto. Por eso del bronceo y porque se saben admirados por la gente corriente, que somos los otros 999 que estamos allí, con la parienta, los niños y la suegra.
Si esperar al bombón, como quien espera que le salga la Lotería, no es suficientemente distraído, los que tengan tabla pueden también hacer surf. Las olas son algo que nunca falta en el mar. Más o menos grandes, pero siempre hay.


También puedes practicar deportes en equipo. El voleibol o las palas es muy socorrido para hacer contactos (con los vecinos de toalla) ya que la pelotita no siempre se sabe a donde irá. Meterse en el agua siempre es una opción ya que, aunque no sepas nadar, ¡como la profundidad empieza de cero... tú siempre puedes quedarte allí donde te encuentres más cómodo, o mejor acompañado!. Cuidado con tragar agua, es muy salada y desagradable. Si te agrada lo que ves, quédate cerca de la orilla.


En determinados sitios se puede alquilar un patinete, una canoa y hasta una moto acuática. 
A mí lo de volar cometas nunca me dijo nada y menos aún buscar conchas o piedrecitas. Lo de la cervecita con gambas en el chiringuito, me resulta más apetecible. ¿Qué queréis que os diga?. ¡Allá cada cual con sus gustos...!
A la mayoría lo que más les gusta es tostarse al sol. Allí en la arena y, si es posible, a primera línea. Yo lo entiendo... hay mejores vistas. 
La gente, cuatro abueletes chalados, se levantan a las seis de la mañana para poder colocar silla y sombrilla a primera línea. 
Jamás se me ocurrió, ¡como las vistas las llevaba conmigo...!

RAFAEL FABREGAT

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