13 de septiembre de 2015

1884- LAS SETAS NO SON PARA VIEJOS.

Como tantas cosas de la vida, las setas no son para viejos. Ni buscarlas ni comerlas, pero allá que vamos y aquí que las comemos. Mi mujer y yo, ella cuatro años más joven, allá que vamos cada semana del 1 de Septiembre al 15 octubre al Maestrazgo turol-castellonense. Son más de 250 Km. ida y vuelta, además de las tres horas que estamos deambulando por el monte. No es mucho, otros llegan antes de hacerse de día y a las 8 de la mañana ya están buscando. Es más, hay algunos que buscan toda la mañana, comen su bocadillo en el pinar y después siguen buscando toda la tarde... Nosotros jamás hicimos tal cosa. Vamos a pasar el día... buscando setas, claro está, pero empezando cuando van a dar las diez de la mañana y solamente hasta la una, como mucho. Ese afán por cogerlas todas en un solo día, no va con nosotros pues la semana siguiente queremos volver.


Hayamos encontrado más o menos setas, a las 13 horas cogemos el coche y marchamos hacia el pueblo a comer tranquilamente y lo mejor que se pueda. Con una buena botella de vino rosado de Cariñena, eso también. No hay que hacer ascos a las cosas de la tierra donde te encuentras. Si estás en Aragón has de comer cordero aragonés, ternera o conserva de cerdo. Lo mismo con el jamón de Teruel o el vino de Cariñena. En cada sitio que vayas, lo mejor siempre es lo del terreno. Ya no digamos las patatas que tienen en esa zona... ¡Parece que estés en el Cielo!. Aunque, la verdad, ¡no creo que en el Cielo tengan patatas...! La cuestión es que, tanto si pides cordero a la brasa, ternasco, o guiso de cordero con patatas, como en la provincia de Teruel en ninguna parte del mundo. Es provincia interior, de altura y clima frío, donde la naturaleza produce los alimentos de forma distinta.


El jamón de Teruel no será de "pata negra" pero, como todos sabemos, es de calidad excelente y lo mismo el vino de Cariñena. Cepas que no producen más allá de uno o dos kilos de uva, pero que te sacan una graduación de 13 o 14 grados, como el que no quiere la cosa. ¿Y los postres caseros...? ¡Buah!. Yo es que me pongo como el Quico. Es cuando te levantas de la mesa, bien comido y bien bebido, cuando te enteras de que por la mañana has ido a buscar setas... ¡Uffff, estoy molido!. Pero claro, si tienes salud todo lo demás es una cuestión de actitud. Lo que yo no resistiría es estar toda la mañana en el bar como hacen otros. Esta mañana, mejor dicho al mediodía cuando ya nos íbamos a comer, he preguntado a los acompañantes qué les parecía si, en lugar de regresar por donde habíamos venido, seguíamos camino hacia delante a ver a donde iba. ¡Cosas de niños!.

Viejos pero aventureros, todos han querido que siguiéramos para ver cual era el destino final de un camino que nunca habíamos transitado. Todavía no era la una del mediodía y era el coche el que trabajaba para satisfacer nuestra curiosidad. Después de 3 Km. montañas arriba y abajo llegamos a una pista de tierra muy transitada (?). Jamás habíamos pasado por ella, pero enseguida vimos coches de otros buscadores y viendo a uno cesta en mano me acerqué a preguntarle.
- Oiga buen hombre. Buenos días. ¿Sería tan amable de decirme hacia donde va esta pista tan importante? -le pregunté.
- Pues si va usted a la izquierda llegará a las antenas que hay detras el pueblo de Mosqueruela, pero en la dirección contraria no sé hacia donde va.
Yo lo he averiguado en Internet, al llegar a casa. Va a Fortanete y a Valdelinares.


Charlamos un ratito, contándonos nuestros hallazgos micológicos de la mañana, mientras los demás buscaban un poco por los alrededores.
- Hay muy poca cosa. Nos han engañado -decía el hombre- Nos habían dicho que aquí había robellones en cantidad y mira -me dijo mostrándome poco más de un kilo en una cajita de cartón y una docena de ejemplares en la cesta.
- ¿Vosotros habéis encontrado?.
- Pues no está mal -le respondí- Tres cestas y una caja.
- ¡Coño!, ¿cómo es posible?. Pues mi hijo y yo venimos de Manises, junto a Valencia y no hemos hecho nada. No llega ni a una cesta entre los dos. Te crees tú que se puede venir desde tan lejos para esto?. Nosotros estamos acostumbrados a coger 30 o 40 kilos...
Yo miro el reloj. Es la una y media de la tarde y llamo a los acompañantes.
- ¿Podemos verlos? -me pregunta con la osadía de un viejo.


Yo abro la puerta del coche y le muestro las setas, prácticamente todo robellones y níscalos. 
- Yo es que la semana próxima cumplo ya 80 años, pero estoy bien y siempre me ha gustado mucho buscar setas. ¿Nos podríais indicar hacia donde poder hacer algo más?.
- Pues claro -le dije- meteros por ese pequeño camino del que nosotros hemos salido y cuando lleguéis a un punto en el que se ha extraído piedra plana natural para la construcción, ya podéis buscar a uno y otro lado del camino. Ya está muy buscado pero, entre los dos, podréis recoger al menos una cesta. Nosotros allí los hemos recogido todos. Cuando os canséis, seguir camino adelante y a 1 Km. encontraréis una pista importante que, girando a la izquierda os llevará a la carretera por la que habéis venido de Valencia.
Sin pensárselo dos veces y sin el más mínimo miedo a perderse, padre e hijo subieron al coche y se metieron por el pequeño camino hacia el lugar del que nosotros procedíamos.

Por fin, a los 66 años de edad y cinco décadas subiendo a buscar setas a Mosqueruela, descubríamos el famoso "Pinar Ciego" así como la pista (camino) de acceso a partir de las antenas de RD y TV que hay detrás de la localidad turolense de Mosqueruela. Nosotros, ya desde siempre, habíamos buscado setas en el "Pinar Ciego" pero sin saberlo. Llegando por otra pista, de dirección muy diferente. No en balde nos dijo, hace ya muchos años, un pastor de ovejas de Mosqueruela que allí donde nos encontramos era uno de los mejores lugares para encontrar setas y sin embargo ni siquiera la gente del pueblo lo conocía. En la actualidad esos lugares tan especiales ya no existen. Los vehículos "todoterreno" y la gran cantidad de buscadores lo tienen todo mil veces buscado. Solo, si acaso, allí donde los caminos no llegan... pero de eso ya queda muy poco.

RAFAEL FABREGAT

No hay comentarios:

Publicar un comentario