A una gran ciudad estas cifras les parecerán de risa pero Castellón tiene servicio de aeropuerto, que es lo que cuenta. Si no hay infraestructuras turísticas no puede haber aeropuerto, pero si éste no existe el turismo no puede triunfar. Es así de sencillo. Castellón tiene excelentes playas, clima, historia, hospitalidad y buenos restaurantes a precios muy ajustados. También turismo rural en bonitas rutas de montaña. ¿Qué más se puede pedir?. Curiosamente hoy presiden AEROCAS los mismos personajes que 10/15 años atrás lo paralizaban día sí y otro también. ¡Cosas de la política!. Atajo de desalmados, que no busca más que medrar a costa de lo que haga falta. Baste que sea el contrincante el que haga una cosa para que la oposición la hunda, si puede. 
Cuando las cosas cambian y los opositores pasar a ser Gobierno, todo está perfecto y hasta se cuelgan las medallas. Se olvidan del "aguilucho cenizo" de la "gamba de Miravet" y de las cadenas que paralizaron a las máquinas que trabajaban en el movimiento de tierras. Claro que no engañan a todos... Somos muchos los que sabemos que ni el aguilucho ni la gamba les importan un comino. Ellos van a lo suyo, con banderas que no engañan más que a cuatro idiotas. Lo lamentable es que, en el caso de que se retomaran las obras de la carretera Cabanes-Oropesa, con el dinero que en 2003 era suficiente no habría ahora ni para 2 Km. de carretera. Ese es el progreso que llevan a cabo los progresistas. 
Ya sabemos que los que mueven los hilos lo hacen en su propio beneficio, como todos. ¿No es eso lo que ellos hacen?. En fin, allá cada cual. De todas formas, con unos o con otros, el mundo seguirá su curso. El progreso es imparable. A no ser, claro está, que venga un loco y apriete el botón rojo... Pero volviendo al Aeropuerto de Castellón, en lo que a mí respecta, bienvenido sea. Sabemos que de momento sobra aeropuerto pero cuando se planificó no sobraba y dentro de una década puede que incluso se amplíe, siendo muchos los que bendecirán la infraestructura. Mande quien mande, al débil todo son palos. Así son las cosas en este mundo de miserias.
En cuanto a su coste... Está claro que costó una fortuna, que bien hubiera podido destinarse a otras cosas más necesarias pero, ¿cuales cosas?. ¿Quizás una terminal más para Madrid, Barcelona o Valencia?. ¿Acaso la costa de Castellón no tiene derecho a disfrutar del famoso "estado del bienestar", o es que todos hemos de abandonar los pueblos y provincias pequeñas y marchar a vivir a las grandes capitales. Se habla mucho de dotar a los pueblos y provincias de segunda categoría, de infraestructuras que permitan en ellas una vida digna para que la gente se mantenga en sus lugares de origen pero, a la hora de la verdad, ¿qué se hace para que esto sea así?. RAFAEL FABREGAT
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