12 de noviembre de 2015

1935- CASTILLO DE MARIEMBURGO.

El Castillo de la Orden Teutónica de Malbork, o Castillo de Mariemburgo, es el más grande del mundo, de los construidos con ladrillo. Está situado en Polonia, a la orilla derecha del río Nogat, afluente del Vístula. Fue fundado en 1274 con el nombre de la patrona de la Orden, la Virgen María. La ciudad de Malbork creció alrededor del castillo y he ahí que muchas se le nombre como Castillo de Malbork.

La fortaleza es de estilo gótico báltico y, situada junto al mismo río, durante el gobierno de Prusia cobraba peaje a todos los barcos que navegaban por sus aguas. Con casi 21 hectáreas, albergaba a más de 3.000 soldados y era capital de la Orden Teutónica y residencia del Gran Maestre de la Orden, privilegio que ostentó durante más de un siglo. Desde 1309 hasta la Batalla de Grünwald (1409-1411) en la que el Gran Ducado de Lituania y el Reino de Polonia se aliaron en contra de los Caballeros Teutónicos y derrotando a estos últimos. Vencida en esta importante batalla, la Orden ya no volvió a recuperar nunca su influencia anterior. Con más de 12.000 muertos, se considera la guerra más importante de la historia de Lituania y el acontecimiento bélico más importante de la época medieval de Polonia.

La Orden de los Caballeros Hospitalarios Teutónicos, fue fundada durante la Tercera Cruzada (1190) en el asedio a la fortaleza de Acre, tras la toma de Jerusalén por Saladino, y convertida ocho años después en Orden militar. Formada por nobles alemanes fue reconocida por el papa Inocencio III ese mismo año 1198. Posteriormente y con derechos otorgados sobre los territorios conquistados, por el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Federico II de Hohenstaufen, la Orden se estableció en Prusia anexándose también tierras pertenecientes al Reino de Polonia. Vladislao II de Polonia buscó entonces la complicidad del Gran Duque Ditautas de Lituania y entre ambos derrotaron a los invasores.

Los territorios conseguidos por la Orden pasaron entonces a manos polacas y lituanas, cayendo los Caballeros en una absoluta decadencia que culminó en 1525 con la llegada de la Reforma Protestante de Europa ya que, para poder mantener sus privilegios, el 37º Gran Maestre Alberto I de Prusia hubo de renunciar al catolicismo y declararse luterano. Con este gesto la Orden ya no tenía razón de ser

Nacía el Gran Ducado de Prusia que pervivió durante casi tres siglos, vinculado a los Habsburgo y conservando buena parte de sus propiedades en Alemania y otros puntos de Europa. En 1809 Napoleón Bonaparte disolvió la Orden y les expulsó de sus tierras. 
Ya sin carácter militar y casi en el anonimato la Orden se constituyó como institución de la Iglesia Católica en 1929. 
Debido a las bajas temperaturas del invierno polaco, el Castillo de Mariemburgo se construyó con doble suelo, a modo de las termas romanas, donde se colocaban piedras calentadas previamente en los hornos al efecto. Habitaciones con escasas ventanas y grandes chimeneas para procurar la máxima temperatura posible. También había grandes salas dedicadas al disfrute estival, con grandes y frescos ventanales. 

Muy dañado por el tiempo y por la llegada de prusianos y franceses, el castillo fue restaurado a mediados del siglo XIX. 
La II Guerra Mundial arrasó el 80% de sus instalaciones. El castillo se convirtió entonces en campo de concentración donde se hacinaron más de 30.000 presos.
Salvo la catedral, que se mantiene tal y como quedó tras la Gran Guerra, todo lo demás fue restaurado nuevamente tras la contienda. Actualmente todo el conjunto se abre con fines turísticos e incluso con servicio de restauración.

Importante joya del Castillo de Mariemburgo es el Refectorio, una grandiosa sala de 30 metros de largo y cuyo techo de 9 metros de altura es abovedado y con nervios que descansan en tan solo tres columnas. En 1993 el príncipe Paolo Francesco, bajo la denominación de Casa de Suabia y Principado de Leuca, calificada como orden no estatal de caballería con sede en la República de Italia, juró y recuperó los derechos históricos de la Orden Teutónica.

RAFAEL FABREGAT

No hay comentarios:

Publicar un comentario