17 de noviembre de 2015

1940- EN LAS COSAS DEL SEXO, DIOS ES INCONEXO.

No se trata de Jesucristo o de Mahoma que, por lo visto, eran simples profetas. Gente de carne y hueso que ni pincha ni corta, pues pisaron el mismo suelo que pisamos todos los mortales, simples pecadores. Aquí lo que de verdad importa es Dios, Padre y Creador de todas las cosas. Ese Dios que tiene tantos nombres como religiones hay en el planeta y que, según la opinión de muchos, todos son ¿verdaderos?. 

Lo realmente curioso, por lo terrenal, es que son muchas las creencias que coinciden en que Dios es un profundo defensor de las cosas del sexo (?). ¿No es verdaderamente curioso que una divinidad, que se supone celestial, se pare a pensar en semejantes minucias terrenales, cuyo único fin es la supervivencia de la especie, cuando no la simple y egoísta lascivia?. Amparándose en este tipo de creencias (de conveniencia) más de cuatro espabilados, casi siempre dentro del seno de la Iglesia Católica, dicen que Dios nos ama y nada le gusta más que el hecho de que seamos felices. ¿Se referirán a que cada cual puede acostarse con quien se ponga a tiro y mejor aún si es entre gays?. ¡Vaya mundo de mierda...! ¿Cómo puede haber tontos tan tontos que crean en su palabra?. En fin, allá cada cual. ¡Vive y deja vivir!. Desde luego si a ellos les gustan tanto los tíos como a mí las tías... ¡todo está entendido!. 

Pero volvamos al asunto... Hace ya mucho tiempo que se han extraído datos sobre la vida sexual de Jesucristo, como también se ha escrito hasta la saciedad de la de Mahoma. Como todos los mortales, lógicamente tenían su vida sexual. 
Concretamente Mahoma, con 54 años de edad, se prometió (por tercera vez y faltaban diez más) con una niña de 6 años (Aisha) hija de su sucesor Abu Bakr, consumando el matrimonio cuando ésta cumplió los 9 años y él 57. ¡Vaya con el angelito!. Él digo. Según algunos historiadores estrenó varias docenas de "trajes" parecidos, aunque solo hay datos exactos de 13 legales. Con tanta marcha, el hombre murió a los 63 años de edad y más flaco que una mojama.  


De todas formas, nadie puede decir nada al respecto, la libertad ante todo. Si al hombre le gustaba la marcha y tenía la posibilidad de poner la bala allí donde ponía el ojo, ¡suerte la suya!. Lo malo es que sus seguidores no se divierten de la misma forma. En este momento de la historia, en la que toca sufrir los ataques yihadistas del llamado Estado Islámico en muchas partes del mundo, nos cuentan que, para convencer a sus kamikazes, sus comandantes les aseguran que no deben tener miedo alguno a la muerte puesto que tras cada una de esas inmolaciones les está esperando Dios con 72 vírgenes para cada uno de ellos... ¡Vaya, vaya!.


Decirlo es fácil pero, ¿cómo es posible que nadie crea semejante promesa?. ¡Pues si vírgenes ya no quedan...! Eso sin contar que con semejantes "premios" nadie tiene la vida asegurada. ¿Qué pasa si detrás va el Estado Catapum y les promete 82, 92, 102, etc.?. Porque, después de 72 revolcones te has quedado sin vírgenes y ¿qué haces después, ya con todo el material usado?.


Además, ¿quien nos asegura que se nos dará lo prometido?. Que, por cierto, ¿para qué lo queremos si estamos despanzurrados?. Igual cabe que la pieza fundamental para trabajar "el huerto", con la explosión se nos haya quedado en la Tierra, pegada a una pared. Yo, por si acaso, no tiraría de la palanca. ¡72 vírgenes y sin pieza de repuesto...! Claro que, allí en el Cielo, debe haber de todo y lógicamente también "piezas" porque, de lo contrario, aquello no sería Cielo ni nada parecido... ¡Será que sí!. Otra cosa que no entra en mi (fofa) cabeza, es que en el caso de las inmolaciones de mujeres solo recibirán un varón... ¡aunque, eso sí, se garantiza que quedarán satisfechas!. Será sin duda todo un Adonis, con cuerpo de Swarzeneger. ¡Ay Señor!. ¡Tendré que ir al gimnasio...!

RAFAEL FABREGAT

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