31 de marzo de 2016

2055- CHINA NO TIENE DEHESA.

Ya no es solamente ropa, menaje y juguetes. Ahora son los jamones, el vino, el pimentón de la Vera y pronto será hasta el aire que respiramos. China quiere dominar el mundo y no parará hasta conseguirlo. No hay respeto al clima, a la propiedad intelectual y menos aún a las formas. Con la excusa de grabar documentales de TV para el solaz de sus espectadores, empresas chinas investigan y graban plantaciones e industrias de todo tipo, sonsacando hasta el más mínimo detalle de producción para copar el mercado mundial, en todo tipo de artículos. El mundo industrializado al completo vio en la apertura del mercado chino una posibilidad de negocio y abrió sus puertas e incluso trasladó allí buena parte de su industria para aumentar mercado. Pobres ilusos...

A los pocos meses los chinos habían plagiado patrones, maquinaria y métodos de trabajo y muchos de aquellos industriales han tenido que regresar a sus países con el rabo entre las piernas, por encarecimiento de costes y producto de inferior calidad. Es decir: sin plumas y cacareando. 
Los chinos son gente ambiciosa y sin ningún respeto. Me alegraría si no fuera porque esa factura la pagaremos entre todos ya que, mientras los magnates trasladaban sus industrias a tierra asiática, los trabajadores de origen quedaban sin trabajo y en el paro que soportábamos los demás. 

El año 2008, con la excusa de asegurarse de que el producto y los métodos de trabajo eran correctos y saludables, un nutrido grupo de técnicos orientales visitó las dehesas extremeñas y las industrias cárnicas, para ver cómo se criaban los cerdos ibéricos españoles, su despiece, salazón y curado, a fin de autorizar su expedición al mercado chino. No era esa su intención. A los dos años los primeros jamones 'ibéricos' chinos inundaban el mercado. De hecho China está produciendo ya más de medio millón de piezas de jamón ¿ibérico, de bellota?, sin cerdos puros y sin dehesa con la que alimentarlos de las preciadas bellotas mientras campan a sus anchas como en España. 

Poco importa esto a los chinos que solo buscan copar el mercado mundial gracias a sus precios bajos. Los chinos van a lo práctico. Ya tienen cerdos y piensos de buena calidad y tecnología suficiente para poder secarlos de forma artificial en tres meses, debido al ajuste de temperatura y humedad que acelere la producción simulando características de envejecimiento que no son reales. Les falta la dehesa pero eso es demasiado lento para ellos. Los chinos no son gente que plante encinas y alcornoques, esperando más de un siglo para tener dehesa propia. Afortunadamente estos árboles no son como los olivos centenarios, que se agarran con facilidad. Si así fuera, comprarían Extremadura y se los llevarían a China.

La ciudad china de Jinhua, en la provincia de Zhejiang, se está haciendo mundialmente conocida por sus jamones buenos y baratos. La foto de la derecha no puede verse allí pero, ¿qué más da?. Para producir jamones no es necesaria una dehesa en la que los cerdos corran buscando el dulce néctar de las bellotas recién caídas de la encina. Bellotas ásperas de finales de verano y dulces golosinas en época navideña. No es necesario tanto. Para ellos solo cuentan los costes de producción y el tiempo que transcurre entre en nacimiento de los lechones y el secado de los jamones. A menores tiempos, más producción y mayor beneficio aunque se venda a precio inferior. 

Para los chinos todo lo demás son paparruchas, agua que no mueve molino. Los chinos no nacieron ayer, pero es ayer cuando empezaron su expansión comercial por el mundo y están dispuestos a comérselo en exclusiva. Ofreciendo basura, pero a precios bajos.
Bonito y barato. Cuando te das cuenta de que has comprado basura, ellos ya han vendido y cobrado. Burdas imitaciones de pésima calidad, pero baratas. Ropa, bolsos, colonias y todo de 'marca'. Falsificaciones, claro está, pero con su lema de bonito y barato. Con el jamón pasa lo mismo, alimentado con piensos y secado con aire caliente pero ahí está, destrozando el mercado.

Hacía ya mucho tiempo que los empresarios chinos estaban estudiando este producto español de prestigio mundial en el mercado gastronómico. Los jamones chinos no tienen el siempre apetecible sabor del cerdo ibérico de bellota, pero puede engañar fácilmente a los paladares no acostumbrados a este producto de élite y ¡como es barato...! Los animales criados por los chinos son de raza similar, pero no pastan por la dehesa, ni sus jamones se secan al aire de la sierra extremeña durante 24/36 meses de curación natural.
El cerdo chino se cría en granjas, sin movilidad y de forma intensiva para su rápido engorde. El secado artificial también desmerece y mucho la calidad final del jamón. El problema es que los jamones chinos, aún siendo muy inferiores, acabarán inundando el mercado mundial y los auténticos ibéricos de bellota, al ser más caros, serán rechazados en todos los países y tendremos que comérnoslos los españoles. ¡Mecachis, con el mal que me sabe a mí eso...!

RAFAEL FABREGAT

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