4 de abril de 2016

2057- SAN JOSÉ Y SANTA TECLA.

Croquis del convento de San José.
Ya no existe en Valencia el que fuera emblemático Convento de las hermanas ermitañas, pero existe el recuerdo de sus muchas curiosidades. 
En 1520 un grupo de monjes agustinos levantan un modesto convento en la pedanía valenciana de Beniferri, bajo la advocación de San José, pero el monasterio se queda pequeño y en 1538 se trasladan a Valencia capital. El nuevo monasterio se levanta junto a la misma muralla, adjunto al Portal del Tints, así nombrada esta puerta de la muralla por dar paso al barrio de los tintoreros de la ciudad. Por este mismo lugar pasaba la acequia llamada 'de Rovella', indispensable la facilidad de acceder al agua para poder desempeñar este oficio. El 11 de Noviembre de ese mismo año 1538 el papa Paulo III expide bula autorizando el traslado y el prior general de la Orden lo hace el 26 de Mayo de 1539. Dos años después, en 1541, los monjes agustinos abandonan el convento cediéndolo a las monjas de los conventos de San Julián y de la Esperanza.

Imagen actual del 'barrio chino' a pleno día.
El nuevo convento no parecía estar destinado a sobrevivir durante mucho tiempo. La actividad del gremio de tintoreros era muy molesta e insalubre, por los fuertes olores y la toxicidad de los residuos que lanzaban a las acequias y a la propia calle. No menos molesta y ruidosa era la presencia de la cercana 'mancebía', barrio donde las prostitutas de la ciudad de Valencia ejercían (y ejercen) su profesión, por la gran afluencia de clientes, gritos y peleas entre borrachos y gentes de la más baja estofa. A título de curiosidad, cabe destacar que la 'amancebía medieval de Valencia' era de las más conocidas de Europa, llegándole su fama por la hermosura de las mujeres que allí ejercían su profesión. Su fama llegó a tal punto que incluso era visitada por reyes y nobles, amén de no pocos curas de incógnito...

Antigua ubicación del convento de San José y Santa tecla.
Este cúmulo de cosas hace que quince años después las monjas del convento de San José se decidan a abandonar el cenobio. En 1556 se trasladan a la Capilla de Santa Tecla, en la actual calle del Mar y el convento de San José fue vendido en 1563 a los monjes franciscanos que lo pusieron bajo la titularidad de la Coronación de Cristo y lo habitaron de forma inmediata. Este convento se denominó popularmente como el Convento de la Corona. La pieza más emblemática de este convento era el Cristo Crucificado conocido como Cristo del Rescate. La historia cuenta que en 1539 los piratas berberiscos atacaron frente a las costas valencianas a un barco que se dirigía a Barcelona, apoderándose del cargamento, tripulación y pasajeros, vendiendo a estos últimos en Argel como esclavos. Entre el cargamento iba una imagen de Cristo Crucificado de madera que los piratas echaron al fuego, pero milagrosamente no ardía.

Cristo del Rescate, iglesia de San Esteban, Valencia.
Los hermanos Pedro y Andrés de Medina viajaron a Argel intentando localizar y negociar la liberación de una hermana suya que viajaba en dicho barco. No pudieron localizarla y jamás se supo de su paradero, pero en su estancia por Argel los hermanos se enteraron del milagro acaecido con el Cristo y negociaron con el pirata la compra del mismo, acordándose pagar su peso en monedas de plata. Puesta la talla, de más de siete arrobas (91 Kg. aprox.) sobre la balanza, se produjo nuevamente el milagro de que el plato opuesto solo admitiera treinta monedas de plata y ni una más. Hombre de palabra y muy a su pesar el pirata entregó la imagen a los Medina que inmediatamente tomaron un barco en dirección a Valencia. Se produjo entonces el tercer milagro ya que, a pesar de tener todo a favor, el barco no avanzaba y es que al cargar la imagen se había roto un dedo que había quedado en el suelo del muelle. Recuperado el dedo y restaurada la imagen, el barco salió del puerto con normalidad. 

Oratorio de San Vicente Ferrer.
El Cristo se venera actualmente en la iglesia de San Esteban, de Valencia. Llegado a la ciudad el día 31 de Mayo de 1539, el Cristo fue reclamado por todas las autoridades eclesiásticas que lo querían en sus iglesias, pero los hermanos Medina optaron por dejarlo en el convento de San José, donde la familia tenía su capilla funeraria desde muchos años atrás. Al haberse trasladado las monjas de San José al convento de Santa Tecla, allí fueron trasladados el Cristo del Rescate y los restos de la familia Medina que fueron ubicados en una capilla junto al Altar Mayor. Se da la circunstancia que el solar donde se construyó este convento había sido antiguamente cárcel de la ciudad de Valencia y lugar donde estuvo preso San Vicente Mártir, en el siglo IV, motivo por el cual en alguna ocasión se llamaba popularmente 'Cárcel de Santa Tecla'. Este lugar es actualmente una manzana de viviendas pero, en uno de los bajos de la misma, permanece una pequeña capilla que alberga como reliquia una columna romana donde se cree estaba atado el Santo en su tortura. El edificio era ya propiedad particular en 1686, cuando el 'Consell General de Valencia' decidió comprarlo para construir un oratorio. En el centro de la estancia fue descubierto en 1777 el brocal octogonal de un pozo y desde entonces es tradicional que el día 22 de Enero, festividad del Santo, los visitantes beban un sorbo de agua del mismo. 

Pila bautismal de San Vicente Ferrer. en la iglesia de San Esteban.
En 1868 la Junta Revolucionaria, dirigida por José Peris y Valero, ordenó la expulsión de las monjas aduciendo motivos urbanísticos insalvables. A pesar de las súplicas y aún teniendo en cuenta el recuerdo carcelario de San Vicente Mártir, el convento fue derribado y en su lugar construidos edificios de viviendas y actual calle de la Paz. Las monjas y el famoso Cristo del Rescate se trasladaron al Monasterio de Santa Catalina de Siena y allí permanecieron hasta 1881, cuando se trasladaron al de San Vicente de la Roqueta que habían adquirido dos años antes. Allí vivieron en relativa paz nuestras monjas hasta 1936 cuando las milicias republicanas las expulsaron. Al final de la Guerra Civil (1936-1939) las monjas supervivientes volvieron a ocupar el convento con la iglesia totalmente quemada. Restaurado todo vivieron allí hasta 1973 cuando lo abandonaron por amenaza de ruina. Pasaron a Moncada, de allí a Picasent y finalmente al Vedad de Torrent, donde están actualmente. 

Iglesia de San Esteban, Valencia.
El Cristo del Rescate no las acompañó en todos estos traslados a partir de la Guerra Civil, pues así lo había dispuesto la familia Medina en sus últimas disposiciones. Ante la expulsión de las monjas por las tropas republicanas el Cristo del Rescate fue llevado a la iglesia de San Esteban, quizás la más antigua de Valencia, donde permanece desde entonces. Esta iglesia fue antiguo templo de Hércules en época romana, después cristiano-visigodo y después mezquita árabe; templo gótico en 1276 en ella celebraron su matrimonio las hijas del Cid Campeador con los infantes de Carrión y en 1350 fue bautizado San Vicente Ferrer. En 1472 se colocó la 'primera piedra' del templo que podemos contemplar a día de hoy. Allí, en la capilla lateral de la nave del Evangelio, encontramos a nuestro protagonista el Cristo del Rescate, profundamente ligado al desaparecido convento de San José y Santa Tecla.

RAFAEL FABREGAT

NOTA.- Post dedicado a José Luís Aroca.

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