13 de junio de 2016

2118- CASTIGO A LA SINCERIDAD.

Lamentable, pero cierto. Ser sincero es caminar por un sendero, lleno de piedras y hoyos profundos. Sería muy bonito vivir en un mundo donde todos nos llevásemos bien, pero es de todo punto imposible y mejor cuanto más pronto nos demos cuenta de ello. 


Para vivir medianamente bien has de hacerlo representando una comedia basada en la mentira. Ya sé que es triste, pero absolutamente necesario. 
A lo largo de tu vida encontrarás gente que, sin ningún motivo, te caerá mal. Pues bien, como tú están todos pero, por muy mal que te caiga esa persona, no debes demostrárselo. En primer lugar porque no te conviene y en segundo lugar porque no hay motivos para ello. Los falsos amigos no existen, pues esos no son amigos. Ya sabemos todos lo bonito que sería que todos fuéramos con la verdad por delante pero, si los demás no actúan con sinceridad, hacerlo solamente tú es quedarte desnudo frente al enemigo. 


Por decepcionante que te pueda parecer, si quieres tener 'amigos' hay que echarle teatro al asunto. Si eres sincero los disgustos serán muy superiores a las alegrías. Yo he tardado casi 70 años en darme cuenta. Ya no tengo solución, pero puedo darte un consejo: No dejes ver tus sentimientos. ¡Actúa y no te faltarán los amigos y las oportunidades!. En cuanto al tema del amor... ¡Finge ser el más feliz del mundo y con toda seguridad lo serás!. Incluso si te abandona tu novia o esposa, deberás hacer creer que era algo muy deseado por ti y que no lo habías provocado simplemente por lástima hacia ella. ¿Terrible?. Sí, pero efectivo. 


Si eres sincero y pareces destrozado, todos se reirán. Si te ven contento y ufano todos te admirarán y buscarán tu compañía. ¿Qué os parece si, cuando un jugador de fútbol se cae y se acerca el árbitro, el jugador dijera que no lo han tocado pero se ha dejado caer para conseguir la falta y la posible tarjeta del adversario?. Pues todo lo contrario, o sea el teatro, es lo que está sucediendo en cada partido. Si quieres ser un ganador, hay que fingir. ¿Que pasa si le pides dinero a un amigo y le dices que es para marcharte de fiesta y hasta incluso para pagarte alguna droga?. ¿No será más 'normal' decirle que es para algo serio y necesario, aunque sea mentira?. 


¡Ay Señor... el necesario teatro de la vida!. Pero, claro, todos no son buenos artistas. Muchos lo intentan pero, ante tan mala ejecución, se les ve a la legua su falta de sinceridad. 
Cuando uno no es buen actor, es preferible una inconveniente sinceridad que un teatro mal ejecutado. 
La única diferencia es que en el primer caso quedarás mal con todo el mundo, pero podrás alardear de ser auténtico. En el segundo caso quedarás igual de mal, pero todos te verán más falso que un 'duro sevillano'. Todo un Judas, vaya. Ahora eres tú quien tiene la última palabra. Sigue tu camino, sé tu mismo y juega tus cartas de la mejor manera que te sea posible. Yo, desgraciadamente, soy demasiado sincero, ¡y así me va!. Pero eso no me impide aconsejarte que vayas con la verdad por delante...

RAFAEL FABREGAT

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