22 de agosto de 2016

2174- DESASTRE POLÍTICO ESPAÑOL.

España está sin gobierno, como barco a la deriva, pero el mayor problema es que recobrar su navegabilidad se vislumbra lejano. No hay talla política en ganadores ni vencidos. La culpa, desde mi punto de vista, es de los líderes. Demasiada soberbia y poco interés en hacer lo que interesa a España y a los españoles. Aquí estamos, hundidos en el fango, por culpa del egoísmo de unos y otros. Todos muy sociales, pero sin plantar cara a la globalización, un invento de ricos cuyo objetivo es que los ricos sean más ricos cada día que pasa. Cuando digo ricos no me refiero a los 'ricos de pueblo' que, aún teniendo algunas fincas, ahorraban por no gastar y comían peor que los simples jornaleros.

Los pobres... ¡que se jodan! y los 'ricos de pueblo' más todavía. Eso es lo que piensan esos políticos que hablan de solucionar los problemas sociales, invadiendo tierras y negocios que no son suyos y que, además, ya no son rentables. Agua pasada. Tan pasada que actualmente vemos enormes fincas, con agua y buen clima, abandonadas. No salen los gastos... Aunque mantienen un estatus etéreo, 'los ricos de pueblo' ya no son la gente con tierras, ni siquiera aquellos que han conseguido mantener unos ahorrillos en el Banco. En este mundo globalizado, la tierra de los países avanzados ya no es rentable y los ahorros no dan el más mínimo interés. Una y otros no hacen más que generar impuestos. 

Repito pues que los ricos actuales ya no son los que tienen buenas fincas, ni tampoco los que tienen casas que apenas pueden mantener. Menos aún los que tuvieron un comercio, pues las antiguas tiendas han tenido que cerrar, tampoco los que con gran esfuerzo de sus padres consiguieron sacar una carrera universitaria, pues ahora no encuentran un puesto de trabajo donde colocarse. Unos años atrás a cualquier maestro de escuela, la más insignificante de las diplomaturas, ricos y pobres le trataban de "Don". Ahora un joven con carrera universitaria no merece respeto alguno y es mozo de almacén, reponedor o cajero de supermercado, enterrador o barrendero. Eso si tiene suerte, porque pocas son las plazas y muchos los aspirantes.

Resumiendo todo lo antedicho, la gente rica actual son los políticos y naturalmente los multimillonarios. Los multimillonarios porque compran al precio que quieren y venden al que les da la gana. No lechugas o tomates, claro... Eso se queda para los comerciantes que van capeando el temporal como pueden. Los ricos compran y venden otro tipo de cosas que les cunde más, cosas con las que los pobres no podemos ni soñar. En cuando a los políticos... ¿Qué les voy a decir que ustedes no sepan?. Los verdaderos y merecedores de todo respeto, ya no existen. La gente dedicada a su país y al bienestar general son especies desaparecidas. Ahora ya no hay otra meta que la de medrar a costa de quien sea. 

Los corruptos y los que se autoproclaman perseguidores de corruptos, que también lo son a su manera, con pluriempleo y chupando de todas las tetas que se ponen a tiro. En este mundo hace mucho tiempo que todo tiene dueño. Por lo tanto medrar solo es posible machacando al contrincante ¡y vaya si tienen bien aprendida la lección!. Tierras, casas, coches... ¿para qué?. "Que me pongan palacio u hotel con gastos pagados e ingresos anuales que hagan temblar al gestor que me hace la declaración de la Renta. ¡Y que me salga a devolver!. ¡Solo faltaría!. (Y España sin gobierno...)  La mayoría de los viejos españoles que todavía caminamos sobre la tierra, no hemos conocido otra democracia que la que nos dimos en 1978, tras la muerte del dictador. Fuimos fáciles de convencer... 

Nos dijeron: "Democracia es libertad", pero no nos dijeron que de esa libertad solo se aprovecharían los sinvergüenzas y que la mayoría de ellos se dedicaría a la política para mejor dominarlo todo. Con toda seguridad votaría lo mismo, pero me lo pensaría dos veces pues ahora ya sé que hasta los más imbéciles son dictadores... si pueden. 
Después de dos votaciones seguidas ¡y van ocho meses! seguimos sin Gobierno. Probablemente se tenga que volver a votar y se habla del día de Navidad... ¡Irá su madre!. ¿Consenso, diálogo, voluntad de servicio al pueblo?. ¡Nada de nada!. Por culpa de su egoísmo y vanidad están colapsadas las Instituciones. Pero ellos, el día uno de cada mes siguen cobrando. 


Gracias a su ineptitud el pasado año afloraron otros partidos, sin otra voluntad que la de hundir el país en el cenagal y trepar también hasta lo más alto. ¿Por qué digo esto?. Pues muy fácil, porque si realmente tuvieran la sensibilidad social que dicen tener y no tienen, sabrían que su actitud no es el camino para dar justicia al desvalido. 
Unidos podemos hundir España más rápidamente -pensaron. 
Sin embargo (esa es mi perplejidad) obtuvieron millones de votos. Está claro que quienes les votaron no están tontos, pero sí desesperados y cuando una persona está desesperada se agarra a un clavo ardiendo. Partidos corruptos y anquilosados lo provocaron, pero la cabeza está para pensar. Todos sabemos que el comunismo no es la solución. Véase lo que está sucediendo en los países que lo mantienen activo. Los pobres más pobres y los políticos nadando en la abundancia...

RAFAEL FABREGAT

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