24 de agosto de 2016

2176- NÖRDLINGER, TODA UNA JOYA.

Nördlingen es un pueblo amurallado, uno de los destinos de la "Ruta Romántica Alemana", ubicado en el estado de Baviera. El pueblo de más de 20.000 habitantes es bonito, de tejados rojos y callejuelas estrechas y pintorescas, pero lo más sorprendente es que está construido dentro de un cráter de impacto.

Hace 15 millones de años (?) un meteorito impactó en el lugar, provocando un inmenso cráter de 25 Km. de diámetro y más de 100 metros de profundidad, que ha dado lugar a la región de Ries de Nördlingen. Con el tiempo buena parte de aquel profundo hoyo se rellenó pero aún así sigue siendo uno de los cráteres de impacto mejor conservados del mundo y en el centro del mismo esta curiosa ciudad medieval. Se dice que el motivo de su extraordinaria conservación vino determinada justamente por el impacto del meteorito sobre un depósito de grafito, cuya presión generó toneladas de diamantes que quedaron aprisionados entre la roca. Aunque estos diamantes no tienen valor comercial, por ser de tamaño no superior a los 0,2 mm., fueron suficientes para generar la construcción de la ciudad de Nördlingen. Toda una joya.


Fundada en época medieval llegó a ser Ciudad Independiente a partir de 1215 gracias a su excelente ubicación, encrucijada de dos importantes vías comerciales, así como por la habilidad de sus artesanos. Su prosperidad duró más cuatro siglos, dándose la década de 1620 como fecha de inicio de su declive y su estrepitosa caída con la Guerra de los Treinta Años, por las batallas que hubo en sus proximidades. La ciudad perdió más de la mitad de sus habitantes y buena parte de su importancia económica. Estancada durante siglos no despegaría de nuevo hasta después de la II Guerra Mundial al construir en sus proximidades importantes polígonos industriales, aunque sin romper la apariencia de la ciudad y combinando su estilo medieval con la era industrial y moderna.


Vista de la muralla con camino de ronda cubierto.
Completamente amurallada, cuenta con cinco puertas y once torres perfectamente conservadas. No obstante la mayor atracción turística se encuentra en el interior, en unas casas antiguas, pero bien conservadas, que dejan clara la prosperidad de esta ciudad en los siglos XIV al XVI que fue el tiempo de su construcción. Más aún las fachadas de los edificios públicos, buena parte de madera y en estilos Renacentista y Barroco. Desde la torre "Daniel" (90 m.) de la iglesia de San Jorge, se disfruta una completa panorámica de la ciudad. Siguiendo la costumbre y desde las 22 a las 24 h., en lo alto de la torre dos guardianes municipales gritan cada media hora "So G'sell so" (todo bien, compañeros, todo bien) haciendo saber que no hay enemigo a la vista. Una curiosa nota medieval, única que se mantiene en tierras alemanas.

RAFAEL FABREGAT

No hay comentarios:

Publicar un comentario