9 de noviembre de 2016

2247- UNA HOJA EN BLANCO.

Pues bien amigos, ya lo sabéis, muchos no podían dar crédito a lo que estaban viendo, pero ha ganado Trump. ¿Ahora qué?. Pues nada, en apenas un par de horas han cambiado dos cosas: 
1ª).- Las bolsas mundiales han caído un 5 o un 6% y...
2ª).- Su discurso ha cambiado de tono.
Esto es solo el principio. Trum, por fuerza, tendrá que cambiar mucho más y las Bolsas del planeta tendrán que aceptarlo. Una hoja en blanco, que pronto empezará a escribirse.

Acabaron los discursos populistas, las meteduras de pata, sus polémicas declaraciones e incluso hasta los insultos mediáticos. Trump ya no es candidato a nada. Trump es (a falta del traspaso de poderes) el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Así están las cosas. De repente ha dejado de ser el enemigo de Europa y de la OTAN, al mismo tiempo que ha dejado de ser el cómplice del Putin de todas las Rusias. Esto es la política amigos. El oficio más asqueroso del mundo en el que, con nuestro voto, participamos los seres más ignorantes que caminan sobre la Tierra. Pensará alguno que, si esto es así ¿por qué nos dejan votar?. ¡Pues justamente por eso!. Porque conocen perfectamente nuestra mediocridad, lo fácilmente que se moldea nuestra voluntad.

¿Acaso no veis con qué descaro levantan a los niños en pleno discurso electoral y les estampan dos besos?. Está claro que estamos tontos de solemnidad, no tenemos remedio pero ¿de verdad estamos tan tontos?. Sin duda que sí porque, si fuéramos más listos, esta gentuza (los políticos) no se molestarían en hacer carantoñas a unos niños que les importan un pimiento. Está claro que, cuando digo esto, no estoy pensando en Trump, sino en todos los políticos en general. Todos son iguales. Lo que de verdad me molesta es que nos tomen por tontos. ¿De verdad lo estamos tanto?. Lo lamento de veras pero, por lo visto sí, ¡estamos tontos!. Yo, es que no me lo puedo creer... Se burlan de nosotros y ya ni se molestan en disimularlo. Es decir, que directamente nos tratan como tontos.

Pues nada, una vez más, a esperar... Más pronto que tarde las bolsas mundiales se darán cuenta que ni Clinton era Blancanieves, ni Trump el lobo feroz. Tanto monta, monta tanto. Y el mundo seguirá como estaba: los pobres más pobres y los ricos más ricos. Medio mundo matándose y los poderosos vendiéndoles armas para que las guerras no acaben nunca. Se ve que esto de las guerras es una gran negocio que no interesa que acabe. Lo más gracioso, si es que en esto de las guerras puede haber algo que tenga alguna gracia, es que solo les venden armamento desfasado, antiguallas que los países adelantados pueden neutralizar con facilidad. O sea, que una vez más, los tratan como los tontos que son.

En cuanto a Trump, que nadie se asuste. Cambiado su discurso y su disfraz de cordero degollado, saldrá de inmediato el verdadero Trump, el lobo de las finanzas, probablemente un buen presidente para Estados Unidos y un hueso duro de roer para los países enemigos. Al fin y al cabo, ¿qué más podíamos esperar de Clinton?. Hillary era la continuación de 'lo de siempre'. Más de lo mismo. De todas formas ni uno ni otro habían de aportar nada a nuestra casa. Mañana nos levantaremos a la misma hora, trabajaremos las mismas horas y ganaremos el mismo sueldo. No hay nada nuevo bajo el sol. Solo cambia la primera dama de Norteamérica, ahora más guapa...

RAFAEL FABREGAT

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